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He intentado describir en lo posible la ruta que seguí en su día en mi primer viaje a Crimea, quedado algunos lugares fuera de este relato.
Lugares de interés y sitios a visitar
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La siguiente lista casi en su totalidad sigue un orden Oeste-Este que responde al sentido de avance en la ruta seguida.
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Simferopol (Симферополь) |
Bakhchisarai (Бахчисарай) |
Chufut-Kalé (Чуфут-Кале) |
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Sevastopol (Севастополь) |
Khersones (Херсонес) |
Fiolent (Фиолент) |
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Balaklava (Балаклава) |
Foros (Форoc) |
Alupka (Алупка) |
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Gaspra (Гаспра) |
Yalta (Гаспра) |
Massandra (Масcандра) |
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Nikita (Никита) |
Gurzuf (Гурзуф) |
Alushta (Алушта) |
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Novyi Svet (Новый Свет) |
Sudak (Судак) |
Koktebel (Коктевель) |
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Feodosia (Феодосия) |
Katsiveli (Кацівелі) |
Ai-Petri (Ай-Петри) |
Al hacer click en los vínculos en ESTE COLOR se mostrarán los planos con las rutas de llegada
También puedes ver los accesos en los mapas interactivos de la páginas Rutas 1 y Rutas 2
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Simferopol – (Симферополь)
Actualmente es la capital de la República Autónoma de Crimea y punto de llegada principal gracias a su aeropuerto internacional y la Estación Central de Ferrocarril. El origen de la ciudad es administrativo por lo que no hay razón turística ni cultural de permanecer en ella más que lo indispensable para organizar el principio de nuestro viaje ya sea alquilando un coche en el aeropuerto o dirigiéndonos a la Estación Central de Autobuses. Por cierto, como curiosidad, si nuestro destino fuese directamente Yalta, solo hay que preguntar por la línea 52 y nos encontraríamos con la sorpresa de poder ir en la línea de trolebús más larga del mundo con un recorrido de 86 Km. En cuanto a hacer la ruta en coche como fue mi caso, salir de la capital dirección sur-oeste hacia Sevastopol es todo un poema.
Las carreteras
Hagas lo que hagas tendrás que atravesar la ciudad de cualquier manera y sortear todo tipo de trampas en el asfalto y soportar la circulación, si no quieres jugártela y perderte por una serie de caminos rurales asfaltados que evitan la capital por el Oeste. En la oficina de alquiler del aeropuerto te advierten del estado de la calzada y de lo fácil que resulta tener algún percance por este motivo, y al encaminarte por el laberinto de calles camino de la salida de la ciudad adviertes que lo de las trampas de asfalto es “literal” y no quieres ni pensar que el resto del viaje va a ser así. Falsa alarma. Una vez dejado atrás la capital, la carretera recupera su sentido formal del término, abandonado lo que hasta ese momento era lo más parecido a un campo de minas. Aclarar que en el resto del viaje se mantiene el estado más o menos decoroso de las vías teniendo en cuenta la zona del mundo en la que te encuentras. Eso sí, siempre alerta de cualquier socavón aislado que amenaza con engullir medio coche o dejarte las llantas cuadradas, dando al traste con tu querido tour.
Adelantamientos
Otra cosa a la que tendrás que habituarte con rapidez es a convivir con los adelantamientos en línea continua independientemente de si alguien viene o no de frente. Observas con el tiempo que el que adelanta es el que pasa a tener “preferencia”, y el adelantado y el que viene en sentido contrario responden (con asombrosa naturalidad) abriéndose hacia el arcén y de esta forma permitir que por un segundo convivan tres coches en línea en la carretera. Todo esto sin perder la compostura ni despeinarse lo más mínimo y de una forma natural como si de una coreografía ensayada se tratase. Más vale que lo aceptes y no luches ni protestes contra lo que está instaurado desde el tiempo de los coches a caballo. Otra cosa es seguir el dicho de “allá donde fueres haz lo que vieres”. Eso queda a merced de cada uno y las ganas que tenga de experimentar subidones de adrenalina.
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Antes de cubrir los 100 Km que hay entre el aeropuerto de Simferopol y Sevastopol, paramos justo a mitad del trayecto en Bakhchisarai para conocer Khansarai (palacio del Khan) de Crimea.
Bakhchisarai – (Бахчисарай)
Situada en el estrecho valle del río Churuksu, Bakhchyssarai es un antiguo centro de civilizaciones, donde los primeros restos de presencia humana en el valle se remontan al mesolítico.
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En 1532 se estableció en la ciudad el khan de Crimea, Sahib I de la dinastía Giray Desde entonces se convirtió en la capital del khanato de Crimea y el centro de la vida política y cultural del pueblo tártaro de Crimea. Después de la ocupación del khanato de Crimea por el imperio ruso en 1783, perdió su rol de centro administrativo. No obstante, siguió siendo el centro cultural de los tártaros de Crimea hasta la deportación de Stalin en 1944.
El palacio del Khan que ocupa una extensión de 4 hectáreas se inició en 1532, y lo forman numerosos edificios creados por maestros italianos, persas, turcos, ucranianos y rusos, abarcando la obra tres siglos de construcción hasta mediados del XVII, conformando un conjunto único. Destacar el patio interior, la sala del diván y el edificio del harén que guarda cierta semejanza con el del palacio Topkapi en Estambul.
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Saliendo del palacio por la puerta principal en su fachada norte nos dirigimos al este, por una estrecha calle en suave pendiente ascendente hasta llegar a un punto que hay que dejar el coche para seguir a pie unos cientos de metros hasta llegar al monasterio ortodoxo de Uspenskyi labrado en la roca y de allí seguir unos dos kilómetros hasta Chufut-Kalé.
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Chufut-Kalé – (Чуфут-Кале)
Ciudad fortaleza bizantina. Se trata de uno de los asentamientos más antiguos de Crimea. Iniciada en torno a los siglos VI-VII, aunque se han hallado restos de la época mesolítica. La ciudad-fortaleza aprovecha las laderas rocosas que coronan el valle para horadar sus viviendas, y en las partes altas de la meseta están rematadas con murallas para su defensa.
De vuelta a Bakhchisarai salimos a la carretera general atravesando la ciudad y nos encaminamos dirección suroeste hacia la ciudad de Sevastopol.
Sevastopol – (Севастополь)
Aprovecho para aclarar la confusión que existe al escribir el nombre de esta ciudad ya que podemos verlo escrito indistintamente con la “b” o “v” de nuestro alfabeto latino. El equívoco entiendo que viene provocado porque en el alfabeto cirílico la “V” y “B” latina tienen su equivalente en la “B” y “Б” cirílica. De esta forma la transliteración del cirílico al latino o romanización de Севастополь es Sevastopol. (Para colmo, la última letra “ь” también es parecida pero en este caso es muda y hace que la “l” sea más sonora) Como ejemplo aclaratorio de estas dos letras en discordia, en la misma palabra tienes el nombre de uno de los sitios a visitar: Балаклава, transliterado: Balaklava. De todas formas la Real Academia de la Lengua admite la grafía con “b” por ser la más asentada en su uso, aunque reconoce que no es la más acorde con la transliteración del original.
La fundación de la ciudad actual data de 1784 por lo que es bastante moderna, (un caso parecido a Odesa, fundada diez años después) y la etimología del nombre proviene del griego, (como la mayoría de las ciudades de Crimea) Sevastós: venerable y polis: ciudad. La historia de esta venerable ciudad está marcada por los asedios, como los once meses sufridos durante la guerra de Crimea o los 250 días durante la II Guerra Mundial, a manos de los alemanes, por lo que recibió como en el caso de Kiev, el título de Ciudad Heroica en 1945. En la fase final de la revolución rusa la ciudad portuaria fue refugio de los “rusos blancos” esto es, la facción del antiguo ejército zarista que continuaban simpatizando con el régimen monárquico derrocado y luchando contra el revolucionario Ejército Rojo.
Catedral de la Protección de la Santísima Virgen
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Sevastopol. Catedral de S. Vladímir. Zar Nicolás
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El estatus de la ciudad siempre ha sido peculiar y por este motivo sujeta a continuas tensiones. Ya en la época soviética la ciudad no pertenecía al oblast (provincia) de Crimea. Considerándose una unidad administrativamente independiente.
Hoy la ciudad sigue siendo un municipio al margen de la actual república. Desde 1997 alberga a la flota rusa del Mediterráneo, lo que aumenta la tensión entre los dos países ya que Rusia no reconocía la soberanía de Ucrania sobre Sevastopol, aunque terminaron por hacerlo de mala gana. De todas formas la influencia de dicha flota ha hecho que la ciudad funcione administrativamente como parte de Rusia y sus ciudadanos son en su gran mayoría pro-rusos. En mis días de estancia allí jamás vi una bandera ucraniana ondeando al viento, ni escudo, ni símbolo alguno que recordase que estábamos en dicho país, en su lugar la bandera rusa está omnipresente allá donde vayas. Aunque se suele dar por hecho que conviven las flotas de los dos países, desde hace poco Ucrania ha tenido que “ceder el uso” de su flota como pago a las elevadas deudas de gas con su vecina Rusia.
Después de visitar la catedral con los frescos del Zar Nicolás representado con orla como si de un santo más se tratase, bajamos hasta la zona portuaria para pasear por la bahía de la artillería donde se concentra la vida de la ciudad. En el margen derecho de la bahía discurre un paseo que nos lleva al monumento a los barcos hundidos, que con el tiempo se ha convertido en símbolo representativo de la ciudad. El resto de la ciudad es incómoda de visitar debido a su orografía y serpenteante línea costera. En este caso disponer de vehículo es importante si quieres tener una idea global de la ciudad y poder atisbar en la distancia la flota rusa.
A 5 km al oeste de la Bahía de la Artillería se encuentra otra bahía, la de Karantin, en la que se encuentra la antigua colonia griega de Khersones.
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Khersones – (Херсонес)
El origen de Sevastopol es el asentamiento griego de Khersones, posteriormente conquistada por los romanos. Como curiosidad comentar que en época estival es una de las playas más concurridas y para acceder a ella hay que atravesar las ruinas griegas que llegan a pie de playa, dando lugar a escenas anecdóticas como la de ver a los bañistas detenerse en ellas para cambiarse de atuendo aprovechando la intimidad que ofrecen sus muros y estructuras como si de un enorme vestidor natural se tratase, así como refugio en los días de viento. Aún recuerdo mi sorpresa al contemplar cual era el actual uso que se le daba a semejantes ruinas.
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Catedral de San Volodímir en Khersones
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Plano de Khersones
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Fiolent – (Фиолент)
A 15 km al sur de Khersones se encuentra Fiolent. Merece la pena acercarse en un día soleado a esta escarpada y poco accesible franja de costa para admirar la tonalidad y limpieza de sus aguas y sus magníficos paisajes para después continuar otros 15 km al este con destino a la bahía de Balaklava.
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Balaklava– (Балаклава)
Conocida por el triste recuerdo de “La Carga de la Brigada Ligera” durante la llamada Guerra de Crimea, y posteriormente por albergar uno de los secretos mejor guardados de la era soviética: La oculta y durante años tan buscada base de submarinos de la flota del Mediterráneo cuyo nombre en clave era OBJETO 825 GTS (ver página donde hablo extensamente de este sitio) Este es el motivo principal de la rápida visita a este pequeño pueblo ya que en la actualidad es posible visitar la base aunque los últimos rumores es que en breve dejará de poder serlo por motivos de nuevo aprovechamiento militar de las instalaciones.
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Este proyecto único se inició en 1957, trabajaron casi todos los días, en tres turnos y la se terminó en 1961. En caso de peligro, la fábrica podría cerrar herméticamente de forma automática y dar cabida a toda la población Balaklava. Había una panadería, almacenes y un hospital, para que la gente pueda vivir allí durante 3 años. Toda la zona de todas las habitaciones y salones es de unos 5.100 metros cuadrados.
Suponiendo que sigues desplazándote en coche, este te llevará a escasos 200 m de la entrada de la base, situada en el margen derecho de la ensenada según el sentido de avance.
Si vas en pleno verano, aunque el día se presente caluroso no olvides coger algún jersey o prenda de abrigo para la visita pues la temperatura desciende drásticamente en el interior de la base al encontrarse horadada en el interior de una montaña, llegando a pasar frío al cabo de un tiempo. Esto te lo advierten en la entrada, pero claro… en ruso, aunque es suficiente con observar como el resto del de visitantes va inusualmente abrigados para la solana que está cayendo e intuyes que si esta gente, (que precisamente no destacan por ser frioleras) se ponen de esa guisa, es que hay algo no cuadra. Y es cuando esta vez sí hay que poner en práctica el dicho: “Allá donde fueres haz lo que vieres”.
La visita no recorre toda la base. Esto sería casi interminable pues hablan de kilómetros de túneles bajo la roca a nivel del mar, y todos ellos con un radio de curvatura calculado para que en caso de explosión, la onda expansiva producida en un sitio tan confinado vaya perdiendo intensidad en su avance amortiguando en gran medida sus demoledores efectos. También contribuye a la seguridad las puertas acorazadas de casi un metro de grosor que separan los diferentes túneles y salas.
Una vez terminada la visita y de un pequeño paseo por el puerto, puedes intentar la subida a la colina del otro lado de la bahía para contemplar las vistas. En mi caso esto último lo tuve que dar por imposible al no encontrar la calle de conexión, ni siguiendo las indicaciones de lugareños, que por otro lado, la mayoría: “No sabe, No contesta”. Y no por falta de hospitalidad sino más bien por mala o nula información sobre su propio municipio, quizás por la más o menos reciente desmilitarización de la zona. De Balaklava, saliendo hacia el Noreste unos 5 km conectamos con la carretera general H19 que nos conduce a lo largo de 30 km dirección Este hasta nuestra próxima visita: Foros.
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Foros – (Форoc)
A mitad de camino hacia Foros ya empezamos a divisar la cornisa característica de los Montes de Crimea paralelos a la costa sur y que nos acompañará hasta cerca de Feodosia donde van cambiando lentamente hacia un paisaje de estepa.
Foros es conocido principalmente por tres cosas: Las dachas (mansiones de veraneo) de antiguos dirigentes soviéticos, una de ellas en particular, la de Mijail Gorbachov, llamó la atención internacional en agosto de 1991 por ser el centro de un golpe de estado en donde el por entonces presidente soviético tuvo que permanecer tres días en arresto domiciliario, siendo la antesala del inminente colapso de la URSS. En segundo lugar, su agua limpia y cristalina como resultado del encuentro frontal de dos corrientes marinas contrarias y por último su vistoso acantilado de 400 m, coronado por la iglesia de la Resurrección, mandada construir por el magnate del té Alexander Kuznetsov en conmemoración de la milagrosa supervivencia del zar Alejandro III en el desastre ferroviario de Borki.
Foros. Iglesia de la Resurrección
Después de visitar la iglesia y su vistoso entorno, seguimos la carretera ascendente, llegando a la Puerta Baydar, coronación del puerto de montaña de la antigua carretera Sevastopol-Yalta de donde se contemplan impresionantes vistas de la iglesia de la Resurrección y mucho más abajo la línea de costa.
Dejamos atrás Foros y nos dirigimos a nuestra siguiente visita que se encuentra a unos 25 km, siempre dirección Este: La ciudad-balneario de Alupka.
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Alupka – (Алупка)
Conocida por los numerosos balearios ubicados en los alrededores, Alupka destaca también por el vistoso y a la vez extravagante palacio del príncipe Vorontsov edificado a mediados del siglo XIX por el arquitecto inglés Edward Blore, lo que hizo que Alupka fuese durante finales de este siglo más popular que la propia Yalta. El palacio es una mezcla extraña de estilos arquitectónicos. La fachada Sur, esto es, la que mira al mar Negro, es de estilo Neomorisco, mientras que la Norte es de estilo Colonial Escocés.
Alupka. Palacio Vorontsov
En febrero de 1945, durante la trascendental Conferencia de Yalta sirvió de residencia a Winston Churchill y la delegación británica.
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Otro de los atractivos de esta ciudad es que se encuentra al pie del monte Ai-Petri y desde 1987 un teleférico de más de 3 km de recorrido (uno de los más largos de Europa) conecta la ciudad con la cima desde donde las vistas en días claros son un verdadero espectáculo. Saliendo del Palacio Vorontzov, a solo 1’5 km dirección Este, nos espera la estación base del teleférico.
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Gaspra – (Гаспра)
A tan solo 7 km de Alupka está Gaspra y su célebre y romántico palacio “Nido de Golondrina” al borde del acantilado Aurora del cabo Ai-Todor, desafiando la gravedad desde 1912. Mandado construir por un barón alemán, logró sobrevivir a un terremoto de escala 6-7 Richter en 1927.
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La primera dueña del castillo lo construyó en madera, lo que dio el actual nombre a este peculiar castillo. El diseño actual se debe al barón Steingel, un alemán magnate del petrolero que a principios del siglo XX lo adquirió y renovó, encargando el proyecto del edificio al arquitecto moscovita de renombre, Leonid Shervud.
Pocos años después el barón alemán abandonó el país y el palacio fue comprado por un comerciante de Moscú y lo reconvirtió en un restaurante, aunque no funcionó mucho tiempo ya que en el año 1927 un fuerte terremoto sacudió esta zona de Crimea y parte del voladizo de la solera calló al mar.
Las autoridades cerraron el restaurante y el edificio estuvo cerrado más de 40 años. Sólo a finales de los años 60, el palacio fue reconstruido y abierto para los viajeros. Hasta que en el 2011 volvió a abrirse como restaurante de cocina italiana.
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La «roca vela», vista desde la terraza del palacio
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Yalta – (Ялта)
A pocos kilómetros de Gaspra se encuentra Yalta. Rodeada de un anfiteatro de montañas, la ciudad reposa a nivel del mar. Hay que “bajar” a Yalta dejando atrás la media ladera que nos acompaña todo el trayecto desde la llegada a Foros, aunque solo será un breve descanso. Una vez abandonemos la ciudad la carretera vuelve a subir y mantener el mismo tipo de trazado.
Yalta. Catedral Alexander Nevsky
Este enclave hace de Yalta un destino turístico de primer orden gracias al microclima que genera el resguardo de las montañas que la rodean, defendiéndola de los fríos vientos del norte que hace que las temperaturas sean cálidas en verano y suaves el resto del año. (Se me pasaba comentar que en Crimea puede nevar copiosamente durante el invierno). Su situación geográfica, clima y consecuente evolución turística guarda un cierto paralelismo con la ciudad de Marbella en Málaga, de la cual no soy precisamente simpatizante, por lo que creo se intuye cual es mi opinión general sobre Yalta. Lo que no quita que no se deba visitar. Sobre todo el Palacio de Livadia, la catedral de San Alexander Neevskiy y la zona portuaria.
Los terrenos de Livadia, situado a unos kilómetros al oeste de centro de Yalta fueron durante la segunda mitad del s.XIX propiedad de la familia de zares, los Romanov. A principios del s.XX, Nicolás II decide construir una residencia de verano. La obra solo dura dos años y es acabada en 1911. Treinta y cuatro años más tarde, se convierte en el escenario de las deliberaciones entre las tres principales potencias aliadas para el reparto de territorios en una guerra que está a punto de concluir, siendo paradójicamente la semilla que generará la siguiente que está a punto de comenzar: La “Guerra Fría”. Es lo que se conoce como la“Conferencia de Yalta”. Por mi parte, me impresionó conocer las salas donde se decidió gran parte del futuro de Europa y los jardines interiores, escenario para el recuerdo de una de las fotografías más famosas de la historia. Creo que nunca llegaremos a valorar el enorme alcance y consecuencias que tuvo para las siguientes generaciones del continente.
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Aconsejo que si vas a estar poco tiempo, la zona del puerto lo dejes para la noche. El paseo nocturno por los muelles con sus característicos cruceros turísticos rusos, largos, estrechos y de no más de tres cubiertas, con sus luces encendidas como si su misión fuese la de alumbrar la más que ancha y diáfana explanada que forma el malecón, lo veleros de época con sus cubiertas, mástiles y cabinas de madera, y al otro lado cafeterías, restaurantes y locales de ocio dejan aún sitio para que en los medios, a modo de jardineras en un bulevar proliferen toda clase de puestecillos de artesanía, y recuerdos, salpicados cada cierta distancia de breves actuaciones musicales de todo tipo. Todo esto conforma una velada nocturna de lo más agradable.
Ya podemos dejar atrás Yalta con sus encantos pero también con sus ruidos, aglomeraciones y atascos veraniegos. Lo más parecido que volvamos a encontrar en este aspecto será Sudak y en menor medida Feodosia. Si al salir de Yalta coincide con un día soleado, que por otro lado es lo normal, no dudes en parar a unos seis kilómetros en el Palacio de Massandra y posteriormente hacer una visita a los jardines Nikitsky (de Nikita).
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