CRUDO

Como ya dije en una entrada anterior:  La Plaza MaidanKiev es una ciudad de temperaturas extremas. De invierno a verano pueden llegar a registrarse diferencia de más de 60º.

 En estos primeros días de febrero sus habitantes están sufriendo uno de estos extremos ya que el mercurio se ha desplomado hasta los -28º, aunque parece que poco a poco  lo peor ya está pasansdo.

 A partir de -15º los niños dejan de asistir a los colegios y pasando de -20º el aire extremadamente frío puede afectar  a pulmones y bronquios en una exposición prolongada a tan baja temperatura, dando lugar a una sensación de quemazón interior.

Como dicen por allí:   «Algunos días en invierno usamos los frigoríficos para calentarnos» .

Temperaturas en Kiev

 RESBALADIZO

EL invierno de 2010 no fue particularmente frío, pero las Elecciones Generales a la Presidencia de Ucrania cuya primera votación era el 17 de enero hizo que parte de los recursos económicos de la ciudad se empleasen en este evento, por lo que algunos servicios públicos quedaron mimimizados, como fue el mantenimiento y limpieza de las calles en cuanto a la retirada de hielo se refiere.

Esto hizo que la capital se convirtiese en una gigantesca pista de patinaje donde el solo hecho de salir a la vuelta de la esquina se convertía en una aventura con final incierto.

 

Como resumen de aquella situación bien vale  la primera frase del artículo firmado por Manuel Utrilla y publicado en El Mundo.es   Kiev y la democracia sobre hielo. :

«Si la democracia se demuestra andando, los ucranianos tienen un serio problema».

Extracto del artículo publicado el 7 de febrero de 2010 en El mundo-es:

Caminar por según qué calles de Kiev es un deporte de alto riesgo para el ciudadano de a pie, que transita estos días de puntillas sobre las placas de hielo que se pegan a las aceras como enormes sanguijuelas prehistóricas.

Transitar por determinadas calles, donde el hielo se fosiliza en grumos pedregosos, es lo más parecido a ir pisando cocodrilos. No queda un centímetro liso. La superficie es rocosa como cráter lunar pero con la carga añadida de la gravedad.

En Kiev nadie se rompe la cabeza pensando en quien votar, sino acudiendo a votar. Los aspirantes a ocupar el trono de Ucrania, Viktor Yanukovich y Yulia Timoshenko, piden a sus electores desencantados que miren al horizonte, al nuevo proyecto de futuro que proponen más allá del ocaso naranja. Sin embargo, los votantes están demasiado ocupados clavando la vista en el suelo helado como para mirar al frente.

Para romper el hielo del votante, los políticos deberían empezar por quebrar el que cubre las aceras…                   … Las jubiladas demuestran gran destreza en el desplazamiento sobre hielo (han sobrevivido a etapas históricas más desequilibrantes), mientras que algunas mozas intentan en vano usar su tacones de aguja a guisa de piolet.

Estos deslices sobre hielo son incluso más peligrosos que los del prorruso Yanukovich que en plena campaña llamó al autor ruso Chejov “gran poeta ucraniano” y se refirió a los habitantes de Lvov (Oeste) como “los mejores genocidas del país”,  cuando quiso decir “genofondo” (reserva genética de la nación).

El hielo es una metáfora transparente de la inestabilidad política que atraviesa Ucrania, que en los últimos cinco años no ha sabido caminar con los pies en el suelo, desde que los artífices de la Revolución Naranja, el presidente saliente Viktor Yushchenko y Timoshenko se declararon la guerra.                  … Caminar con prisas sobre hielo resulta tan desesperante como intentar cruzar a la carrera un campo de minas señalizado.

…El traspié sobre empedrado milenario de Kiev debería ser contemplado como disciplina olímpica de invierno.

Manuel Utrilla  

Ver el artículo completo en:  El Mundo.es

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