El pasado fin de semana en Kiev fue el XV Campeonato Abierto de Ucrania de Gatos de Raza.
Es divertido para cualquier amante de los animales contemplar estos magníficos seres y tener la oportunidad de ver lo variado de sus razas y tan distintas entre sí en algunos casos, aunque algunas de las razas como la del gato “esfinge”, tan de moda últimamente, sea producto de la intervención genética por parte del hombre, algo que no termino de compartir, ya que una cosa es cruzar diferentes razas de forma natural (algo que la naturaleza se encarga por sí misma aunque requiera más tiempo) y otra es intervenir genéticamente para obtener resultados que de otra forma no se producirían de forma natural. Esto último es lo que no comparto. No deberíamos desafiar a la Madre Naturaleza y más si el objetivo final es obtener un tipo de animal que solo aporta calmar la sed de más de un propietario extravagante.
Ahí radica la diferencia fundamental. El cruce de razas se realiza de forma natural en la naturaleza para engendrar individuos más resistentes y mejor adaptados. La intervención posterior del hombre en estos cruces, persigue la obtención en menor tiempo de un individuo más adecuado a ciertas necesidades, como ocurre habitualmente en perros, ganado y aves de corral. Pero cuando la intervención es en tubos de ensayos de laboratorios y el objetivo final es puramente estético, decorativo y rayando lo ornamental, entonces… la cosa cambia.
Desde el primer momento quedé prendado de uno de estos simpáticos peluches. Un cachorro de abisinio, delgado y largo como un día sin pan. No paraba de juguetear en todo momento y demostrar su elasticidad y contorsionismo acorde con su figura. Una raza de grandes orejas, cabeza pequeña, rabo largo y delgado y con una cara que recuerda a la del puma americano.
Tercer clasificado: Abisinio



Posteriormente me fui enterando que esta raza es particularmente juguetona. Incluso los individuos de cierta edad no pierden este carácter curioso e infantil, por lo que la diversión no les abandona a lo largo de su vida.
Otra curiosidad es que la raza Abisinia, por lógica se sobreentiende que procede de este país, la actual Etiopía, pero me aclararon que el país de origen de esta raza es Egipto, y solo el hecho de que los ingleses llevaran el primer gato conocido a Inglaterra accidentalmente desde Abisinia, fue lo que le dio el nombre a esta raza.
Otro gato que me llamó la atención no tanto por su físico sino por su comportamiento fue este:
Seguno clasificado: Británico de pelo corto

El “angelito” se pasó toda la jornada durmiendo patas arriba como si la cosa no fuera con él. No movió ni un bigote en tres horas. Debía estar más que acostumbrado a sus innumerables premios y su tremendo currículum, por lo que a este tanque peludo solo lo despertaron 5 minutos antes de la prueba, lo peinaron, lo llevaron al expositor, hizo algunas cabriolas y juegos, le dieron el 2º premio absoluto, le devolvieron a su cama… y a seguir durmiendo. Para qué más?, Que trabajen otros…debía pensar esta máquina de acaparar títulos.


Primer premio: Americano de pelo corto

Alguna de las razas eran espectaculares:


Y por último, algunas imágenes de estos «productos extraterrestres» de laboratorio. Alguno mejor ni cruzártelos de noche si no quieres recibir un buen susto, y otros parecen avergonzarse de sus orígenes:


Sin comentarios:

Más imágenes del certámen:
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Ganas no me faltan. Pero con lo que cuestan, el papeleo, la cuarentena de la aduana… y quién sabe qué más, mejor que se venga andando.
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Qué grima los sin pelos :S
Saludos, B.
Tráete uno 🙂
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